Pocos son los lunes que motivan a levantarse de un salto e irse sonriendo al lugar de trabajo. Lo mismo, pero a mayor escala, ocurre cuando se vuelve de vacaciones, un período en que el cuerpo se desconecta y varía su ritmo de vida. Ahora le toca volver a acostumbrarse, y para ello hay que hacerse a la idea poco a poco. Muchas veces esto causa alteraciones físicas y psíquicas, leves y pasajeras, debido a la readaptación, estado que muchos psicólogos llaman "síndrome post-vacacional".
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Algunos síntomas del síndrome post-vacacional son: fatiga, dificultad de concentración, desánimo, tristeza, irritabilidad, ansiedad, insomnio y trastornos digestivos. El desajuste de readaptación suele durar una semana y no requiere ayuda médica, a menos que los síntomas persistan, ya que pueden encubrir un conflicto psicoemocional más serio.
Medidas a seguir
Practique técnicas de relajación en casa, desde respiración profunda, meditación, tensión y relajación de músculos y música suave, hasta visualización mental. Use los recuerdos de los buenos momentos de las vacaciones, como una fuente de energía para enfrentar sus problemas. Desarrolle un sentimiento positivo ante su trabajo o estudios y una predisposición a hacerlos correctamente. Reconozca los aspectos positivos de su vida y descubra nuevas motivaciones en lo profesional y personal. Tenga en mente que el fin de semana se acerca y podrá disfrutar de las actividades que más le satisfacen. Las vacaciones son vitales, no las menosprecie y concédaselas a lo largo del año, para hacer lo que más le gusta. Con sus compañeros emplee el sentido del humor, fomente la comunicación y evite conflictos. Transmítale sentimientos positivos a sus hijos por la vuelta al colegio, como reencontrarse con sus amigos, y recuérdeles que las próximas vacaciones serán pronto.
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