Cuando llegan los hermanos Díaz, lo primero en que se piensa es en la música. Residentes en Huerta Sandoval, Santa Ana, a estos jóvenes, en vez de sangre, le corren por las venas un torrente de notas musicales que brotan por sus dedos al ejecutar el violín.
Hoy por hoy son parte importante de agrupaciones de gran renombre, como la Sinfónica Nacional.
Provenientes de una familia de ocho hermanos, todos músicos, Alexis y Ángel cuentan que la pasión que sienten por el mundo de la música inició desde la infancia, en el seno de su madre, que le inculcó y apoyó esos deseos ardorosos por el arte.
Su hermano menor, Diómedes, les ha seguido sus pasos, incursionando exitosamente en el mundo del arco y las cuerdas, al igual que ellos.
Sus gustos son variados. Ángel es un amante de la música clásica, tanto es así que ha estudiado ópera. Alexis prefiere la música romántica y la sacra. En el ambiente religioso, es conocido principalmente porque ha dirigido coros y por ejecutar el órgano para eventos como matrimonios.
Ambos hermanos consideraron que es importante en época de verano que los jóvenes no estén desocupados, por lo que creen que las escuelas no deben estar cerradas para los estudiantes, sino que deben aprovecharse los bríos propios de su edad e inculcarles los conocimientos musicales, tal como se hace en países como Costa Rica, y buscar con esto que los panameños desarrollen su oído musical, que les acompañará el resto de sus días.
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