Están pasando grandes necesidades económicas, no tienen luz y ni siquiera agua potable.
Esteban Córdoba y Trinidad Pimentel, esta humilde pareja de ancianos que vive en San José de Pedregal, tiene más de 20 años de estar cuidando una finca, donde los dueños le hicieron una pequeña casa de zinc y madera para que cuidara de los terrenos.
Oriundos de Ocú, en la provincia de Herrera, contaron que toda su vida han trabajado al cuidado de la finca y así es como han mantenido a sus dos hijos.
Diariamente trabajan limpiando y arreglando la finca, pero la paga se les ha quedado corta. Por quincena les dan 40 balboas, que no les alcanza ni siquiera para comprar medicinas, porque no cuentan con un Seguro Social.
Ellos se mantienen de lo poco que pueden sembrar. El agua que utilizan para tomar y para hacer los oficios domésticos la sacan de un ojo de agua.
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