Una joven japonesa cuelga una tabla de madera llamada "Ema", en la que ha escrito unas palabras para que le den suerte en el Examen Nacional de Deontología, en el templo Yushima Tenjin de Tokio.
A este templo, acuden miles de estudiantes para rezar por los exámenes ante el "Dios del Aprendizaje".
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