¡Chuzo, el que puede, puede! Las autoridades mexicanas transfirieron a unos 300 reos de una prisión en la ciudad de Veracruz, en la costa del Golfo de México, para que Mel Gibson pudiera rodar en esas instalaciones varias escenas de una película que dirige.
Gerardo Durán, director de la prisión Ignacio Allende, dijo que los presos fueron llevados en más de 24 autobuses y reubicados en por lo menos cuatro prisiones distintas del estado del mismo nombre.
Otros 1, 200 presos continuaron en la cárcel donde Gibson filmará su película y, al parecer, se quedarán durante el rodaje.
Los familiares de unos 60 presidiarios, que se oponen a que sean transferidos, se enfrentaron el sábado con la policía fuera de esta cárcel, que tiene casi 100 años de antigüedad. La molestia de los familiares radica en que estarán lejos de ellos y les costará más dinero poder visitarlos y atenderlos ante cualquier necesidad. ¡Upss!
No se ha anunciado el nombre de la película, que se espera comience a filmarse a finales de enero.