No desmaya ante las dificultades de la vida. Hace dos años, la señora Jovania Román de Sama está en busca de un mejor futuro; con la tristeza de su madre recién fallecida fue traída por una tía a Panamá, pero tal fue la mala jugada del destino que al poco tiempo, ella también falleció. Fue entonces cuando se inició su lucha en el país desconocido.

Esta señora estudió belleza en Nicaragua, siempre le gustó este mundo y es por esto que ahora hace lo que mejor sabe: embellecer a las mujeres como ella.

"Se me murió mi mamá y acá se me muere mi tía, quedé sola, pero el Señor me dio fortaleza para seguir adelante y no tener que regresar a mi país, porque allá la cosa está crítica", afirmó quien no para de agradecer a la gente panameña que se ha portado bien con ella, que la han apoyado, "eso se los agradezco con el corazón", expresó enjugándose el rostro.

Jovania labora en el salón de belleza Cristi Star, ubicado en la plaza Villa Lucre, donde transcurren sus días, trabajando fuertemente, de 6:00 a.m. a 6:00 p.m. Ella hace "blower", químicos, mechitas y realiza el oficio de manicura y pedicura.

Recomendó a las estilistas que se cuiden y que si se van a calentar haciendo el "blower", no se estén mojando la manos, porque eso hace mal a la salud.

Agregó que las mujeres que se hacen químicos en el cabello deben, además, hacerse tratamientos para que la hebra no se les dañe.

"Cuando uno está fuera de su país lo extraña mucho, pero me he encontrado a panameños que me tratan como si fueran familia mía. A veces, si no tengo para pagar el alquiler, ellos me esperan", dijo satisfecha esta mujer que ya pudo traerse a su hija de 15 años a vivir con ella y a estudiar en Panamá.

HIJOS

Jovania tiene tres hijos: dos varones que son mayores de edad, y una hija de 15 años.