Los anteojos son muy delicados y con la mínima brusca se ensucian o se rayan. Si ya está cansado de estar limpiando a cada rato sus lentes y desea que los cristales queden realmente limpios y con brillo, lo que tiene que hacer es frotarlos suavemente con un poco de ceniza de un cigarrillo y un trozo de papel de periódico.
Este truco tendrá un efecto increíble, pues notará la diferencia en sus lentes.
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