Tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos; gastamos más dinero y tenemos cada vez menos; compramos más y disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas.
Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado, nos acostamos más tarde, nos levantamos muy cansados, casi no leemos, vemos demasiada TV y casi nunca meditamos. Hemos llegado a la luna y regresado, pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y conocer a nuestro vecino... Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior; hemos dividido el átomo, pero no nuestros prejuicios. Esta es la época de la comida rápida y la digestión lenta; hombres altos de bajo carácter.
Ahora tenemos ingresos conjuntos y más divorcios; casas más bellas y hogares más rotos. Esta es la época de viajes rápidos, pasiones de una noche, cuerpos con sobrepeso, pastillas que hacen todo, desde alegrarte hasta calmarte y matarte. Construimos más computadoras para guardar más información, para producir copias más rápidas que nunca.
¿QUÉ HACER?
Cada día que vives es una ocasión especial, por eso... Lee más y limpia menos, pasa más tiempo con tu familia y amigos y menos tiempo trabajando. Las frases "algún día", "uno de estos días"... quítalas de tu vocabulario.
|