Hasta los famosos pierden las perspectivas de los negocios y quedan en la quiebra. Uno de esos es el diseñador Tommy Hilfiguer, quien se vio obligado a vender su prestigiosa marca a una empresa británica en mil 540 millones, al mismo tiempo que consiguió que los nuevos dueños le reserven el papel de "diseñador principal" y un 4, 3% de las acciones en esa nueva sociedad.
|