Casi ni se ve, pero no deja de ser peligroso. No le hablamos de un delincuente que se esconde para atacar a sus víctimas, sino del hueco de una alcantarilla sin tapa, que está en una orilla frente a la salida de calle 25, Calidonia.
Los comerciantes del lugar aseguran que el hueco tiene más de dos años. Esto es producto de que los orates se llevaron la parrilla y hasta el momento no se ha colocado otra. En días pasados, cayó un niño que quedó llorando, mientras sus familiares lo sacaban.
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