Un tribunal belga condenó a cinco años de prisión, al hombre que el pasado 24 de abril llevó a cabo una sesión de exorcismo en Bruselas, en la que falleció una marroquí de 22 años. El tribunal concluyó que Abdeslam Bouzid provocó la muerte de la mujer, por obligarla a beber once litros de agua, metiendo su dedo en la garganta después de cada trago, en un ritual.
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