Cuando las cosas son para uno, no hay poder humano que lo impida.
Así es amigos, recuerdan la historia de Melody Cortés, con su delicado corazoncito, y la lucha incansable de su padre, Sergio Cortés, para recaudar fondos. Bueno, el 23 de enero, la familia Cortés viajará nuevamente a Boston para evaluar el estado de la niña, pero antes decidió hacer una rifa para obtener el dinero que necesitaban.
Así fue. Desde septiembre pasado empezaron a vender boletos, pero sólo vendieron para comprar los premios.
El 23 de diciembre de 2007 jugó la gran rifa que regalaba un Kia-Picanto 08, una refrigeradora LG y una estufa Across. Como obra del Señor, nadie resultó ganador.
Sin embargo, la Junta de Control de Juegos les pidió que como un requisito obligatorio debían realizar otro sorteo, pero sin vender boletos, sino con los mismos ya vendidos.
La rifa volvió a jugar el 6 de enero y como cosa del destino, tampoco hubo ganadores.
Entonces, se vendieron los dos últimos premios y quedó a la venta el Picanto, en 9 mil dólares. ¡Eso es Dios!