"El Niágara en bicicleta". Es lo que a diario viven los moradores de la comunidad de El Toro, ubicada en la Barriada Omar Torrijos, en Arraiján.

En el período de lluvia, la calle se convierte en una pista de patinaje, pero no de hielo, sino de lodo.

Los afectados contaron que la comunidad tiene más de 14 años de haberse fundado, y desde entonces han solicitado a las autoridades que les den solución al problema de la calle, pero no atienden su demanda.

COOPERACION

Manifestaron que las pocas mejoras que presenta la vía se deben a que la misma comunidad se ha unido y pagó para que le echaran cascajo. Lo malo es que como no hay cunetas, la corriente arrastra el cascajo y queda la calle de tierra.

Érica Cano, moradora del lugar, dijo que vive en la parte final y que cinco familias se han unido para formar una cooperativa con el fin de recaudar fondos para tratar de hacer algunas mejoras.

Contó que entre las actividades que realizan está la venta de empanadas, de perfumes y rifas.

Aseguró que ahora que se van las lluvias se liberan del lodo, pero lo que aumenta es la cantidad de polvo que afecta a los niños y ancianos que sufren de problemas respiratorios.

Según contaron, las autoridades les comunicaron que para el este mes las calles tenían que estar listas, pero no fue así.

PERIPECIAS

El Toro no sólo tiene problemas con la calle, sino que los habitantes piden más seguridad, pues hay poca presencia policial. Además, solicitan que el sistema de transporte mejore, ya que los buses sólo transitan hasta cierta hora de la noche, por lo que tienen que caminar un largo tramo para llegar o salir de sus casas, en una comunidad que está a solo cinco minutos de la ciudad capital.

PROGRESO

Los moradores contaron que las tuberías de agua las instalaron ellos mismos.