Miembros del ejército mexicano custodian al máximo la entrada a la comunidad de Río Blanco, en el estado de Veracruz, donde delincuentes que se dedican a la extracción clandestina de petróleo, ocasionaron un derrame del crudo que obligó a evacuar a más de 1,500 personas. En los últimos días las autoridades tienen mucho trabajo combatiendo la delincuencia.