Los devotos del Cristo Jesús Nazareno de Atalaya aseguran que ante los hechos ocurridos por el cambio de imagen del santo, la Virgen Dolorosa, que está en una de las puertas de entrada de la iglesia, donde se quemó el nacimiento, tiene en el rostro lágrimas de sangre.

Aunque este acontecimiento no ha sido de mucho interés para los pobladores, ha sido catalogado por feligreses como un mensaje después de tantos problemas surgidos por puesta de la réplica de Jesús Nazareno, de manera inconsulta, en la Basílica Menor de Atalaya.

Ayer, la comunidad de Atalaya permaneció tranquila y hasta hubo celebración de la Santa Misa con sacerdotes que fueron enviados desde la ciudad de Santiago, pero de acuerdo a los residentes que se encontraban en vigilia afuera del templo, la iglesia debe permanecer abierta y se dio una orden, supuestamente, de que fuese cerrada. Esto calentó los ánimos de los fieles devotos del Cristo.

No obstante, en un comunicado de VII Asamblea de la Pastoral de la Diócesis de Veraguas, deja sentir su preocupación sobre los hechos ocurridos en el que se refiere a que "el día 9 de enero en Atalaya, el obispo monseñor Óscar Mario Brown y el cura Gilberto Hernándezfueron objeto de acciones y expresiones de irrespeto que ofendieron al Pastor y Guía espiritual, apenando y entristeciendo a la Diócesis de Santiago de Veraguas y a la feligresía nacional".

La asamblea Pastoral de Santiago se reunió y califica los hechos como bochornosos y lamentan que hermanos y hermanas que defienden a Jesús Nazareno actúen de forma contraria a los elementales principios de fieles evangelizados.

Por su parte, los habitantes del distrito han informado que el problema ha sido provocado por la curia que hizo las cosas de forma inconsulta, a tal grado que sacaron de la Iglesia al Cristo para supuestamente restaurarlo, dejando, sin el consentimiento de la comunidad, una réplica.

Esto es lo que mantiene a las personas creyentes en el santo disgustados, pues según ellos, se les engañó, y aunque se hayan aceptado las disculpas se mantienen en alerta.

SANTA MISA

La misa de ayer fue presidida por sacerdotes de Santiago y no por el párroco Gilberto Hernández.