Dejaron el país en alto. Los rescatistas panameños que prestaron sus servicios en el terremoto de Haití, dejaron plasmada su huella en el corazón de muchos haitianos, por su valentía y entrega en aliviar su sufrimiento.
Esa huella fue tan grande que hizo que Rachel Doucet, llorara en los hombros de Heriberto Chávez, jefe del grupo de rescatistas panameños, quien sin poder guardar la emoción lloró junto a ella. Su agradecimiento se debió a la entrega de los panameños por salvar a su hermana Nadine Sesassine, de 40 años, quien murió en el edificio del banco Unibank. Los rescatistas lucharon más de 16 horas para salvarla, lastimosamente, todo fue en vano.