Jayse, una luchadora


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Para Jayse Castillo, el apoyo de su madre Nelly Montenegro ha sido primordial para su recuperación.Fotos: HERMES GONZÁLEZ

  • Jayse, una luchadora

    Para Jayse Castillo, el apoyo de su madre Nelly Montenegro ha sido primordial para su recuperación.Fotos: HERMES GONZÁLEZ

  • Jayse, una luchadora

    Sufre al recordar el accidente del 12 de enero del 2011.

  • Jayse, una luchadora

    Aparatos de estimulación eléctricas debe usar la joven Jayse.

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    Para Jayse Castillo, el apoyo de su madre Nelly Montenegro ha sido primordial para su recuperación.Fotos: HERMES GONZÁLEZ

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    Sufre al recordar el accidente del 12 de enero del 2011.

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    Aparatos de estimulación eléctricas debe usar la joven Jayse.

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    Para Jayse Castillo, el apoyo de su madre Nelly Montenegro ha sido primordial para su recuperación.Fotos: HERMES GONZÁLEZ

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    Sufre al recordar el accidente del 12 de enero del 2011.

  • Jayse, una luchadora

    Aparatos de estimulación eléctricas debe usar la joven Jayse.

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    Para Jayse Castillo, el apoyo de su madre Nelly Montenegro ha sido primordial para su recuperación.Fotos: HERMES GONZÁLEZ

  • Jayse, una luchadora

    Sufre al recordar el accidente del 12 de enero del 2011.

  • Jayse, una luchadora

    Aparatos de estimulación eléctricas debe usar la joven Jayse.

  • Jayse, una luchadora

    Para Jayse Castillo, el apoyo de su madre Nelly Montenegro ha sido primordial para su recuperación.Fotos: HERMES GONZÁLEZ

  • Jayse, una luchadora

    Sufre al recordar el accidente del 12 de enero del 2011.

  • Jayse, una luchadora

    Aparatos de estimulación eléctricas debe usar la joven Jayse.

Quintín Moreno - DIAaDIA

Todavía tiene metas y planes que cumplir en este mundo. Con una sonrisa y un trato amable para los que hablan con ella, se puede encontrar a Jayse Castillo, de 21 años, quien fue víctima de un accidente de tránsito en el que además perdió a su novio.

El 12 de enero del 2011, Jayse Castillo y Justin Pino esperaban un transporte colectivo en El Parador, Pedregal, para ir a sus hogares, pero dos diablos rojos en una regata chocaron contra la parada.

Al recordar los hechos de hace un año, Jayse tiende a derramar lágrimas, aún no ha superado la pérdida de su amado. Ella siente que el sistema de transporte en Panamá sigue igual, aunque esperaba que se dieran cambios ante el incidente que protagonizó, por lo que pide a las autoridades y conductores tomar conciencia en este tema.

La evolución de Jayse ha sido lenta, ya que aún tiene huesos en su lado derecho que no se han pegado, ella camina, pero siempre presenta dolores, por lo que debe usar aparatos de estimulación eléctrica que agradeció a la Lotería Nacional de Beneficiencia por apoyarla con ellos; además se somete a constantes revisiones médicas.

 
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