
El Papa afirmó también que la crisis económica y financiera tiene sus raíces en el individualismo, "que lleva al hombre a cerrarse en su propio mundo y a preocuparse sólo de satisfacer sus necesidades sin preocuparse de los demás".El Pont
ífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a los miembros del ayuntamiento de Roma, de la región del Lacio (a la que pertenece la capital italiana) y de la Provincia de Roma, en el tradicional encuentro para felicitarse por el nuevo año.El Obispo de Roma señaló que en la Ciudad Eterna y en el Lacio "se ven" los efectos de la crisis económica y financiera que afecta a numerosas partes del mundo e insistió en que las raíces de la misma son "éticas".Benedicto XVI subray
ó que la crisis puede ser la ocasión para que toda la sociedad verifique si los valores que consideraba fundamentales para vivir lo son o hay que realizar una "auténtica renovación" de la misma para que sea "más justa, ecuánime y solidaria y favorezca una recuperación no sólo económica, sino que también promueva el bien integral del ser humano".Además del individualismo y el egoísmo que lleva a los hombres a preocuparse sólo de sus necesidades, el Papa denunció también otros males de la sociedad actual."La especulaci
ón en los alquileres, la entrada cada vez más difícil de los jóvenes en el mundo del trabajo, la soledad de muchos ancianos, el anonimato que caracteriza la vida en los barrios de las ciudades y las miradas muchas veces superficiales sobre las situaciones de marginación y de pobreza son también consecuencias de esa mentalidad individualista", afirmó el Pontífice.El Papa Ratzinger abogó por que se refuerce el valor de la solidaridad y aseguró que es "una exigencia de caridad y justicia" que en los momentos difíciles los que tengan mayor disponibilidad ayuden a los que tienen problemas.