Les cambió la vida para bien


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Los Duckins están agradecidos con los panameños, porque los acogieron y los ayudaron cuando más lo necesitaban.

Fotos: JESUS SIMMONS

  • Les cambió la vida para bien

    Los Duckins están agradecidos con los panameños, porque los acogieron y los ayudaron cuando más lo necesitaban.

    Fotos: JESUS SIMMONS

  • Les cambió la vida para bien

    La ayuda no ha sido suficiente.

  • Les cambió la vida para bien

    No se sabe la cifra exacta de muertos.

  • Les cambió la vida para bien

    Millones se quedaron sin hogar.

  • Les cambió la vida para bien

    Miles resultaron heridos.

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    Los Duckins están agradecidos con los panameños, porque los acogieron y los ayudaron cuando más lo necesitaban.

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    La ayuda no ha sido suficiente.

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    No se sabe la cifra exacta de muertos.

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    Millones se quedaron sin hogar.

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    Miles resultaron heridos.

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    La ayuda no ha sido suficiente.

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    Millones se quedaron sin hogar.

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    Miles resultaron heridos.

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    Los Duckins están agradecidos con los panameños, porque los acogieron y los ayudaron cuando más lo necesitaban.

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    No se sabe la cifra exacta de muertos.

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    Millones se quedaron sin hogar.

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    Miles resultaron heridos.

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    Los Duckins están agradecidos con los panameños, porque los acogieron y los ayudaron cuando más lo necesitaban.

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    La ayuda no ha sido suficiente.

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    No se sabe la cifra exacta de muertos.

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    Millones se quedaron sin hogar.

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    Miles resultaron heridos.

Jesús Simmons - DIAaDIA

Una nueva vida. Hoy se cumplen tres años del terremoto de 7.2 en la escala de Richter que arrasó a Haití y que dejó más de 300 mil muertos, 350 mil heridos y más de un millón de personas sin hogar.

Unas que vivieron el terror causado por el terremoto fue Marie Amorce Jacques, de 54 años, y su hija Tatiana Willy Duckins, de 18. Ellas llegaron a Panamá el 21 de enero de 2010 con el equipo de rescatistas del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, que viajaron al país caribeño para colaborar con las labores de rescate. Su hijo Duckins Jacques, quien estudiaba en Panamá al momento del terremoto se fue con el equipo de rescatistas para Haití y las encontró sanas y salvas después de dos días de haber llegado a la isla.

Madre e hija están contentas, pues encontraron una nueva vida en Panamá, y aunque añoran su país, son conscientes de que la situación es muy difícil, por lo que descartan volver.

Poco a poco

El embajador de Haití en Panamá, Philippe Archer, explicó que el país sigue mal, pero se está reconstruyendo con la ayuda de la comunidad internacional. Manifestó que ya no hay gente viviendo en carpas en las calles, pero que hace falta mucho trabajo para restaurar al país.

 
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