En la calle se comenta que el presidente Martín Torrijos montó un gran espectáculo el día martes para dar un adelanto de las reformas tributarias, pero a la hora de la hora se quedó corto, lo que hizo pensar que el esfuerzo no valió la pena.
El mandatario se entretuvo en pronunciamientos políticos, muy retóricos, pero no fue categórico ni su mensaje llegó al grueso de la gente que esperaba sus palabras.
BUENAS INTENCIONES
Sin embargo, lo que se nota es que el mandatario tiene todas las ganas de arreglar las cosas, con la esperanza de que haya justicia social y equidad. Ojalá no pierda ese norte.
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