El fagot, las flautas, baterías, entre otros instrumentos, llenaban el ambiente de agradables notas musicales, que eran interpretadas por jóvenes estudiantes de 25 planteles públicos y particulares del país.
Escuchar tantos instrumentos juntos, daba la sensación de estar en un gran teatro, donde los músicos se preparan para entregar al público un concierto de primera. Pero lo más emocionante era la alegría que mostraban todos los chicos, al momento que sus instructores les daban las pautas para ejecutar los instrumentos.
El escenario de esta gran fiesta es el Instituto Nacional de Música, donde se celebra el "II Campamento Musical Estudiantil de Verano", en el que los estudiantes reciben clases sobre su especialidad.
Osvaldo Cempris, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, dijo: "La intención de este campamento es darle la oportunidad al estudiante panameño, en este tiempo de vacaciones, de que tenga una forma de hacer algo importante, además de crecer en su aprendizaje de la música. Que tengan la oportunidad de adquirir conocimientos con los otros cursos, que son parte fundamental en este proyecto".
Para los participantes, es la oportunidad esperada para dar a conocer sus destrezas musicales y, al mismo tiempo, perfeccionarlas.
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