Las fondas próximas al Santo Tomás son concurridas por los familiares de los pacientes, quienes a veces no tienen para una comida completa. (Foto: Aquilino Pérez / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
El flujo de pacientes en el Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás era escaso, aunque afuera algunas personas esperaban una respuesta positiva sobre el estado de salud de sus familiares.
El cielo se había nublado y al acercarse el mediodía, el hambre se apoderaba de quienes sin mucho dinero en el bolsillo, acudían a las distintas fondas a tomarse, por lo menos, una sopa caliente.
En una de las fondas se encontraba la señora Zaida, quien desde el pasado 8 de enero, tiene a un nieto de 14 años hospitalizado, pues éste padece de problemas con la presión y es diabético.
Zaida y su nieto viven en Colón. Por tal razón, ella, desde su hospitalización no ha regresado a su casa. "Me siento cansada", expresó con un suspiro. Agregó que ella es la única persona que puede cuidar al joven, pues todos están trabajando. "Si fuera por la mamá, ella estuviera aquí, pero tiene un bebé de ocho meses que aún toma pecho y nadie se puede quedar con él", explicó.
MAS QUE UNA HOSPITALIZACION
El cuidar a su nieto representa para Zaida gastos económicos, pues como no hay nadie que le lleve comida, todos los días tiene que comprarla, gastando alrededor de 10 dólares (desayuno, almuerzo y cena), lo que le tiene roto el bolsillo. "Es una gastadera de plata, pero tengo que comer, si no, decaigo yo también".
Y es que así es la vida de quienes tienen pacientes hospitalizados, más que el desgaste físico, los gastos económicos terminan diezmando su salud física y emocional. Esta situación se ve reflejada en el momento en que acuden a comprar "algo" en las fondas próximas al hospital.
Algunos de los vendedores comentaron que como muchos alimentos han subido, ellos han tenido que aumentar los precios, situación que ha provocado que cuando las personas asisten a comprar, si antes llevaban, por ejemplo una sopa con arroz, ahora la llevan sola, porque el dinero no les alcanza.
Mientras, otros tienen que optar por las frituras, que si se consumen por un tiempo considerable, al final resultan perjudiciales para su salud, con el riesgo de que sean entonces, dos los enfermos.
MAS DINERO
Tener un familiar hospitalizado representa "un hueco en el bolsillo", pues no hay dinero para comer.