
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
El techo está deteriorado.
Preparan los alimentos.
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
El techo está deteriorado.
Preparan los alimentos.
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
El techo está deteriorado.
Preparan los alimentos.
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
El techo está deteriorado.
Preparan los alimentos.
Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
El techo está deteriorado.
Preparan los alimentos.
Requieren apoyo
A pesar de que el comedor Pan de Vida beneficia a muchos niños, requiere de apoyo, ya que el techo de zinc está deteriorado, no hay paredes que sirvan para refugiar a los menores de edad que asisten durante el invierno, no existen suficientes utensilios de cocina y, en ocasiones, no hay la cantidad de alimentos necesaria, aseguró el pastor Rubén Darío Guerra, encargado del lugar.
Risas por doquier se escuchan en el comedor Pan de Vida, son los niños felices esperando por un plato de comida caliente, que los llene de energía para seguir jugando; pues sus padres no tienen trabajos estables.
“En el comedor se ofrece almuerzo los lunes, miércoles y viernes; aunque en ocasiones algunos niños asisten temprano y hay que darles el desayuno, por lo que solicitamos a las autoridades que nos ayuden con el lugar”, recalcó el pastor Guerra.