Para que no les falte el pan


Cerrar!

Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.

Fotos: ROBERTO BARRIOS

  •  Para que no les falte el pan

    Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  •  Para que no les falte el pan

    El techo está deteriorado.

  •  Para que no les falte el pan

    Preparan los alimentos.

  •  Para que no les falte el pan

    Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  •  Para que no les falte el pan

    El techo está deteriorado.

  •  Para que no les falte el pan

    Preparan los alimentos.

  •  Para que no les falte el pan

    Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  •  Para que no les falte el pan

    El techo está deteriorado.

  •  Para que no les falte el pan

    Preparan los alimentos.

  •  Para que no les falte el pan

    Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  •  Para que no les falte el pan

    El techo está deteriorado.

  •  Para que no les falte el pan

    Preparan los alimentos.

  •  Para que no les falte el pan

    Los menores de edad esperan ansiosos por un plato de comida caliente.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  •  Para que no les falte el pan

    El techo está deteriorado.

  •  Para que no les falte el pan

    Preparan los alimentos.

Quintín Moreno - DIAaDIA

Ana Sevillano, de nueve años, vive en La Alameda del distrito de Arraiján, y en su hogar no existen los tres platos de comida caliente diario. Ella, al igual que otros 170 menores de edad, asiste al centro cristiano y comedor Pan de Vida, donde logra llenar su estómago.

Requieren apoyo

A pesar de que el comedor Pan de Vida beneficia a muchos niños, requiere de apoyo, ya que el techo de zinc está deteriorado, no hay paredes que sirvan para refugiar a los menores de edad que asisten durante el invierno, no existen suficientes utensilios de cocina y, en ocasiones, no hay la cantidad de alimentos necesaria, aseguró el pastor Rubén Darío Guerra, encargado del lugar.

Risas por doquier se escuchan en el comedor Pan de Vida, son los niños felices esperando por un plato de comida caliente, que los llene de energía para seguir jugando; pues sus padres no tienen trabajos estables.

“En el comedor se ofrece almuerzo los lunes, miércoles y viernes; aunque en ocasiones algunos niños asisten temprano y hay que darles el desayuno, por lo que solicitamos a las autoridades que nos ayuden con el lugar”, recalcó el pastor Guerra.

 
suscripciones