Reconocen aporte de Don Édgar Castillo

Nacido en Boquete el 2 de diciembre de 1930, de padres que poblaron por primera vez estas montañosas tierras, padre ejemplar de siete hijas -todas profesionales-, ícono del arte boqueteño, son algunas de las aureolas que respaldan la vida de don Édgar Castillo, quien tiene 40 años de colaborar con su arte a la Feria de las Flores y el Café de Boquete.

En varias partes del distrito se pueden apreciar murales que relatan la belleza de la naturaleza boqueteña pintados por Don Édgar, quien al celebrarse los 41 años de la feria de Boquete recibió un homenaje por su aporte artístico a este evento, que este año muestra en la entrada principal la habilidad creativa de este singular personaje.

Según Don Édgar, para la creación de la entrada principal en estos 41 años de feria se inspiró en los envidiables Jardines Colgantes de Babilonia, que son mejor muestra del amor por la naturaleza que tenía el monarca Nabucodonosor en la gloriosa época de Babilonia, pero que hoy resaltan y son la envidia de todo panameño.

“Él es una persona sin igual, nos enseña que a pesar de nuestras discapacidades, siempre se puede hacer algo por alegrar a los demás, y que nunca dejemos de aprender algo nuevo en el arte”, dijo Édwar Gonzales, joven artista de Boquete que acompañó a don Édgar Castillo a elaborar la entrada principal de la feria en este año 2013.

El reto este año, según el artista, es mostrar a todos los visitantes de esta feria tres cosas importantes para los boqueteños: el amor a los jardines florales, el amor del hombre por la naturaleza y la unidad familiar a la que invitan estos coloridos jardines en Boquete.

Recuerda el señor Castillo que sus servicios empezaron con los primeros “Festivales del Café”, como originalmente se llamaba esta actividad, que se realizaba en el centro básico Josefa Montero de Vázquez y que luego fueron trasladados al parque Domingo Candanedo, en el centro de Boquete, para posteriormente ser desplazados a los terrenos donde se encuentra actualmente la feria.

Elsa Castillo, hija del artista, manifestó que su padre es una maravillosa persona que inculcó los valores morales de una familia. Dijo que para él lo más importante es la lealtad, honestidad y el amor a todo lo que está a nuestro alrededor, y especialmente a los seres humanos.

En honor a su aporte artístico y trabajo llevado a cabo en la Feria de las Flores y el Café de Boquete, el patronato acordó realizar un merecido homenaje a don Édgar Castillo con la develación de una placa en la entrada principal de la feria, para que en los años venideros los jóvenes que la visiten recuerden que el trabajo honrado siempre dignifica al hombre.