Akeen ama diversos deportes, pero uno de los que le apasiona más es el fútbol. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
Gustavo Aparicio
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No quieren más balas.
El barrio de El Chorrillo sigue dominado por las pandillas que ponen en peligro el deseo de muchos niños de convertirse en grandes deportistas.
Sin embargo, eso no es obstáculo para que una nueva generación de niños y jóvenes empiece a levantarse con otra mentalidad y pensar en un futuro mejor.
Con ese pensamiento acudió ayer el niño Akeen Barrow a lo que fue el inicio en El Chorrillo del programa "Juguemos por Panamá", en el que, antes de realizar sus actividades deportivas, los niños recibieron charlas contra la violencia.
Akeen, un chico de 13 años de edad, ha vivido casi en carne propia la acción de las violentas pandillas del sector, y quiere que la paz llegue a su barrio.
"Fulo" como le conocen sus amigos, fue testigo de un incidente violento en el que el año pasado resultó herido su amiguito Roberto Moreno, quien recibió un balazo en la espalda.
Recuerda claramente que cuando jugaban fútbol en la cancha sintética del Parque Amelia Denis de Icaza, pandilleros de Calle 25 arriba empezaron a disparar contra otros de Calle 25 abajo con quienes mantienen una rivalidad.
"Fue algo muy triste para mí, el ver a mi amiguito herido. Me sentí mal, todos nos tiramos al piso; cuando escuchamos la balacera, mi amigo corrió y lo abalearon. Afortunadamente él sobrevivió, pero otros niños ya han muerto por estos choques entre bandas", afirmó.
"Fulo" a diario se ve inmerso en esta situación de peligro y teme que algo similar le ocurra a él, a sus hermanos o a sus amigos, por lo que cree que son necesarias las charlas contra la violencia.
"Esto es bueno, porque es una manera de lograr que niños como yo no caigamos en la cadena de violencia que existe en el barrio. Aquellos que andan en bandas, sálganse de ellas, porque los niños siempre somos los más afectados", concluyó.