Un hombre murió... Al darse cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo. Y le dijo: "Bien hijo, es hora de irnos". El hombre asombrado le preguntó a Dios: ¿Ya?, ¿Tan pronto? Tenía muchos planes... "Lo siento hijo, pero es el momento de tu partida. ¿Qué traes en la maleta? ¿Mis pertenencias, mis cosas, mis ropas, mi dinero?, preguntó el hombre.
- "Eso nunca te perteneció, eran de la tierra".
-Traes mis recuerdos, aseguró el hombre. -Nunca te pertenecieron, eran del tiempo. -Traes mis talentos.
-No te pertenecieron, eran de las circunstancias.
- ¿Traes a mis amigos, a mis familiares?
- Lo siento hijo, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino...
¿Traes a mi mujer y a mis hijos?
-Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón...
-¿Traes mi cuerpo?
-Nunca te perteneció, ese era de polvo. ¿Entonces traes mi alma?
-¡No! es mía.
Entonces, el hombre lleno de miedo arrebató a Dios la maleta y al abrirla, se dio cuenta que estaba vacía... Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre le dijo a Dios. ¿Nunca tuve nada?
-Sí hijo mío.. Cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos...
La vida es solo un momento, un momento solo tuyo. Disfrútalo en su totalidad... Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga... ¡Vive el ahora! y no te olvides de ser feliz. Valora a quienes te valoran, no pierdas tiempo con quien no lo tiene para ti, solo has la voluntad de Dios, regala esta hermosa palabra: Dios te Bendiga.