
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Por fortuna vivo a orillas de la carretera, pero la topografía es muy dura. Por eso no llegan muchos servicios a este sitio”.
Jesus Martinez
“Uno se agota mucho, porque tiene que subir cerros altos, para llegar a la casa. Es difícil vivir en este lugar”.
Janeth Aguilar
“Siempre es complicado vivir en lugares tan altos, pero no nos queda de otra. Con el tiempo uno se acostumbra”.
Maria Sanchez
Caminan por calles muy empinadas.
Construyen sin estudios de suelo.
Construyen las casas en pendientes.
Llevar agua a las partes altas es complicado.
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Por fortuna vivo a orillas de la carretera, pero la topografía es muy dura. Por eso no llegan muchos servicios a este sitio”.
Jesus Martinez
“Uno se agota mucho, porque tiene que subir cerros altos, para llegar a la casa. Es difícil vivir en este lugar”.
Janeth Aguilar
“Siempre es complicado vivir en lugares tan altos, pero no nos queda de otra. Con el tiempo uno se acostumbra”.
Maria Sanchez
Caminan por calles muy empinadas.
Construyen sin estudios de suelo.
Construyen las casas en pendientes.
Llevar agua a las partes altas es complicado.
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Por fortuna vivo a orillas de la carretera, pero la topografía es muy dura. Por eso no llegan muchos servicios a este sitio”.
Jesus Martinez
“Uno se agota mucho, porque tiene que subir cerros altos, para llegar a la casa. Es difícil vivir en este lugar”.
Janeth Aguilar
“Siempre es complicado vivir en lugares tan altos, pero no nos queda de otra. Con el tiempo uno se acostumbra”.
Maria Sanchez
Caminan por calles muy empinadas.
Construyen sin estudios de suelo.
Construyen las casas en pendientes.
Llevar agua a las partes altas es complicado.
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Por fortuna vivo a orillas de la carretera, pero la topografía es muy dura. Por eso no llegan muchos servicios a este sitio”.
Jesus Martinez
“Uno se agota mucho, porque tiene que subir cerros altos, para llegar a la casa. Es difícil vivir en este lugar”.
Janeth Aguilar
“Siempre es complicado vivir en lugares tan altos, pero no nos queda de otra. Con el tiempo uno se acostumbra”.
Maria Sanchez
Caminan por calles muy empinadas.
Construyen sin estudios de suelo.
Construyen las casas en pendientes.
Llevar agua a las partes altas es complicado.
A Fulvia las rodillas le duelen, a pesar de eso, tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar y salir de su vivienda.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Por fortuna vivo a orillas de la carretera, pero la topografía es muy dura. Por eso no llegan muchos servicios a este sitio”.
Jesus Martinez
“Uno se agota mucho, porque tiene que subir cerros altos, para llegar a la casa. Es difícil vivir en este lugar”.
Janeth Aguilar
“Siempre es complicado vivir en lugares tan altos, pero no nos queda de otra. Con el tiempo uno se acostumbra”.
Maria Sanchez
Caminan por calles muy empinadas.
Construyen sin estudios de suelo.
Construyen las casas en pendientes.
Llevar agua a las partes altas es complicado.
Muy dura. Así es la vida en las partes altas del distrito de San Miguelito, una que da fe de eso es Fulvia Paz Gamboa, quien reside en El Mirador de Torrijos Carter.
Para llegar a su casa tiene que subir por una escalera deteriorada, de más de 15 escalones. Debido a su avanzada edad y porque tiene las rodillas enfermas se ha caído dos veces.
Por la necesidad y la carencia económica, le tocó construir su casa en un cerro. Ella siente que por necesidad a las personas no les queda de otra que meterse donde sea, sin importar si el terreno es empinado.
Su mayor anhelo es construir una escalera con unos buenos pasamanos de donde se pueda sujetar, porque cuando llueve se le hace una odisea poder subir a su residencia.
Lastimosamente no cuenta con el dinero para su construcción, por lo que le gustaría que alguna institución le brinde una ayuda o que le construya la escalera.
Desordenado
San Miguelito empezó como asentamientos espontáneos que crecieron de manera desordenada, de allí que las personas construyeran sus casas en cerros y colinas.
Edgar Espinoza, ingeniero municipal del Municipio de San Miguelito, explicó que por la topografía hay áreas como San Isidro, Samaria, 9 de Enero, entre otras, que tienen accesos (veredas, calles) muy difíciles.
A esto se suma que construyen los tanques sépticos que no impermeabilizan, sino que los bloquean; por ende, tienen filtraciones que se mezclan con las corrientes de agua que también provocan deslaves, dijo Espinoza.
Manifestó que entre los puntos más altos que tiene el distrito está toda el área de San Isidro, 9 de Enero, atrás de Los Andes N.° 2, que es una invasión que es propensa a derrumbes, y toda el área del cerro Tinajitas, Samaria, en donde la gente ha construido casas que no cumplen con los requerimientos arquitectónicos y estructurales, por lo que de darse un temblor no estarían aptas para soportarlo.
Por su parte Héctor Valdés Carrasquilla, alcalde de San Miguelito, expresó que hay falta de conciencia de los pobladores, a quienes en función de su necesidad no les importa edificar en cualquier lugar.
Aseguró que el no planificar trae una serie de complejidades, pues es más complicado llevar seguridad, salud y educación a estos sitios.