Los policías deben estar en buenas condiciones físicas.

Una tarea complicada. Por su topografía algunos sectores de San Miguelito son complicados para vigilarlos, sin embargo, esto no ha sido impedimento para que la Policía Nacional haga su trabajo.

El comisionado José Castillo, jefe de la Zona de San Miguelito, reconoció que la tarea no es fácil, ya que las unidades que patrullan las áreas altas del distrito necesitan un equipo diferente a los policías que recorren las áreas bajas.

Manifestó que están posicionando unidades en las áreas de difícil acceso; a donde no llegan los carros ni las motos se envían unidades entre veredas. Una de ellas es la patrulla de Samaria, conformada por 15 unidades que se mantienen toda la distancia entre las veredas. Además patrullan Cerro Cocobolo.

Agregó que otra desventaja es que al estar los maleantes en la cima de las colinas tienen ventaja sobre los policías porque los visualizan, y esto les da tiempo para escapar de las rondas.

De allí que esté en proyecto la construcción de un cuartel arriba en Samaria, específicamente en el sector 3. Para ello, uno de los moradores donará un terreno, dijo Castillo.

Por el terreno las unidades están dotadas de botas, coderas, rodilleras, cascos, guantes y chalecos antibalas, todo este equipo pesa aproximadamente siete libras, pero se requiere para la seguridad de los uniformados que están en desventaja porque tienen que subir hasta donde estén los maleantes.

Para cubrir estas áreas, las condiciones físicas son importantes, por eso las unidades son reemplazadas por policías frescos. Para mantenerlos en forma, la institución cuenta con tres gimnasios, ubicados en el cuarteles de Santa Marta, Rolando Martínez y Villa Lucre.

Independientemente de las quebradas, aguas negras, caminos de tierras, áreas muy oscuras que hay en las comunidades de estos cerros, los policías hacen el trabajo aunque esto requiera de un esfuerzo mayor.