Esta residencia, ubicada en la barriada San Isidro en Puerto Pilón, se ha convertido en refugio de orates y ladrones que se esconden para azotar a los residentes.
La casa ha sido saqueada por los antisociales que cargaron con todos los muebles luego de ser abandonada por sus propietarios.
Hay escombros, insectos y alimañas que se esconden en esta residencia y los vecinos deben cubrir el costo de la limpieza del área verde para su propia protección.
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