Un usuario del transporte denunció que iba por la ciudad en un "diablo rojo" en un viaje bastante tranquilo y cuando llegaron a una parada donde estaba el chequeador, este le comunicó al chofer que otro bus de la misma ruta iba 5 minutos adelantado y desde allí el viaje se tornó una pesadilla.
Desde ese momento empezó a hacer regata sin importarle la vida de los pasajeros, una señora iba de pie y por poco queda en el suelo. El usuario solicita a la Autoridad del Tránsito que regule a los chequeadores.