Sólo quedarán los recuerdos. Desde hace algunos años la comunidad de San Sebastián en Paitilla empezó a sufrir los cambios del desarrollo urbano. Hoy, los moradores de más de 40 años de vivir ahí recuerdan con nostalgia los buenos momentos que vivió esta comunidad, en donde todos eran como una sola familia.

Nicolás Alvarado, quien padece de discapacidad, expresó que conoció los terrenos de lo que hoy es San Sebastián, cuando era un potrero y en el otro lado una laguna. Para los años de 1967, debido a la falta de vivienda, las personas observaron que los terrenos eran buenos, por lo que empezaron a construir casas de madera y cuando terminaban la jornada diaria cargaban tanques de agua para lavarse los pies.

Poco a poco, la comunidad fue creciendo y las estrechas veredas pasaron de tablitas a ser de concreto, ya que los residentes trabajaban para hacer las mejoras por sus propios medios.

Enilsa y Nicolás, ambos fundadores, quedaron mirando fotos viejas de todas las fiestas que celebraron y recordaron la visita del general Omar Torrijos Herrera, quien les aconsejó que no se dejaran quitar los terrenos. "Recuerdo que compramos los terrenos en B/12.60 el metro", dijo Nicolás, quien es consciente de que las circunstancias lo obligarán a mudarse, pero desconoce hacia dónde irá, porque aquí cuenta con todos los servicios y que explicó que donde estaba la cancha y otros lugares, ahora hay enormes edificios que los rodean.

OFERTA

Algunos moradores esperan que les hagan ofertas para decidir si venden.

El 20 de enero celebrarán las patronales con una procesión.

Algunas casas están deshabitadas.