Fadia le contó a los dos hermanos de Edgar la situación del pequeño. Ellos tratan de ayudarla en lo que pueden. (Foto: Jesús Simmons / EPASA)
Carolina Sánchez P.
| DIAaDIA
"El médico de mi hijo es Dios". Fadia López es una madre que ha sufrido los padecimientos de su bebé, Edgar Jesús Rodríguez.
Ella contó que desde hace un año, a su hijo le diagnosticaron que ambos riñones tenían el tumor de Wilms (tumor renal canceroso que se presenta en la niñez), por lo que le extrajeron uno de sus riñones. Después enviaron al pequeño a quimioterapia, pero no se obtuvo resultados positivos, comentó López.
"Edgar empezó a sufrir de problemas del corazón y presión después de la cirugía del riñón y fue empeorando", aseguró la angustiada madre.
DEDICACION
Fadia, como toda madre, se esmeraba de llevar a Edgar a sus citas, a la vez que trataba de cumplir con sus otros dos hijos. Pero, un buen día los galenos del Hospital del Niño, le informaron que no había un remedio para su hijo y que le quedaban pocos días de vida.
La noticia llenó de amargura e impotencia a Fadia. Ella aduce que le hubiera gustado que los médicos le informaran desde el principio que la quimioterapia no le serviría. Más triste quedó cuando los galenos le proponen hacerle una fiesta para despedirlo, ofrecimiento que no aceptó.
TRISTEZA
"Todos los días que me levanto y veo que Edgar sonríe, juega y llora como todo niño, no puedo creer que tenga los días contados", dijo Fadia.
"Albergo la esperanza que Dios lo ayude y que por un milagro pueda mejorar". Esta madre quisiera saber si su vástago, tiene la posibilidad de ser salvado mediante una operación en el extranjero o por un trasplante de órgano.
Al llegar a la casa del pequeño Edgar, ubicada en Alcalde Díaz, él caminaba por todos lados y mostraba emoción por una simple libreta color azul. Más tarde prefirió jugar con su carro a control remoto y con ayuda de su hermanita.
Cuando sintió hambre buscó a Fadia para que lo cargara, tomó su mamadera y en segundos quedo completamente dormido.
DESESPERACION
Edgar cumplió el 24 de diciembre dos años. En su pequeño estómago se observa la forma del tumor.