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Entre la tristeza y el silencio
Abdul en uno de sus cumpleaños. Él guardaba la ropa de Navidad en una caja de zapatos. (Foto: Carlos Ortega / EPASA)

Milagros Murillo F. | DIAaDIA

La inocencia de los niños se convierte en tragedia. La casa donde vivía el pequeño Abdul Tejada ya no es la misma, pues desde que éste perdió la vida, la tristeza se ha apoderado de todos.

La señora Yamilena, su madre, habla poco y no es para menos, pues su niño de tan sólo siete años murió el pasado 13 de enero cuando recibió una descarga eléctrica mientras jugaba.

Al momento del accidente, Yamilena no estaba allí, pues había ido a buscar los boletines de sus hijos. Fue entonces cuando caminaba por la policlínica Manuel María Valdés, de Paraíso, y vio un tumulto de gente llorando. Preguntó qué había pasado y le dijeron que un niño había muerto, pero lo que nunca imaginó era que al acercarse descubriría que era uno de sus siete pequeños.

Abdul estaba jugando junto a otros amiguitos e ingresaron a una casa deshabitada, cerca de la suya, en calle L Paraíso, San Miguelito. Al parecer, agarró unos cables eléctricos que le descargaron 110 voltios en su cuerpo. Lo peor fue que, por el temor y la inocencia, el resto de los niños no avisó a tiempo lo que ocurría y cuando llegaron a auxiliarlo, ya era tarde.

"Él iba para 2º grado, era inteligente y cariñoso", dijo su madre, quien aunque sabe que nada le devolverá a su pequeño, se pregunta quién se hace responsable del caso.

Ellos aseguran que los bomberos quedaron de hacer una inspección donde ocurrió todo, pero aún no han ido.

SEPELIO

La próxima semana serán las honras fúnebres de Abdul, quien el 8 de febrero cumpliría ocho años.





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