César asegura que el terremoto le cambió la vida. (Foto: ERICK BARRIOS / EPASA)
Nicanor Alvarado
| Especial para DIAaDIA
"Dios tenía la mano sobre mí" reconoció tres días después del terremoto en Haití, César Barría, uno de los panameños que estaba en ese país cuando ocurrió el desastre.
Sentado en la terraza de su hogar, relató que tenía cerca de una semana en Haití, cuando el hecho lo sorprendió. Él, en ese momento, se conectaba a la Internet, desde una habitación del hotel Le Place, una de las pocas edificaciones que no se destruyó tras el terremoto, cuando de pronto todo comenzó a temblar. Describió que el movimiento era tan intenso, que lo hacía ir de un lado al otro.
Sorteando adversidades, logró, junto a tres compañeros más, llegar la mañana del miércoles al aeropuerto de Puerto Príncipe, travesía por la que pagaron 250 dólares. En el camino divisó muertos, personas heridas y escombros que bloqueaban avenidas de la ciudad.
Al llegar a la terminal aérea, les informaron que los vuelos estaban restringidos, por lo que tuvo que viajar vía terrestre hasta República Dominicana, desde donde junto a sus compañeros, pudo regresar a Panamá, el pasado jueves.
Ahora, es consciente de que arriesgarse a salir del hotel en medio del caos que imperaba en Haití fue su mejor decisión, y aunque no encuentra una palabra que defina la tragedia, pide a Dios por todos los haitianos.