Al igual que la mayoría de las personas con las cuales he hablado sobre el partido del viernes entre Panamá y Belice, tampoco quedé contento con el rendimiento de la 'Sele'. Me queda de consuelo que ninguno de los otros cinco equipos que vieron acción ese día mostró su mejor cara. También me aferro a pensar que, era el primer partido y se necesitaba ganar como fuera para quitarse la presión del debut.

Pero eso ya no importa; es pasado. Y como dicen por ahí, lo pasado pisado. Ahora toca pensar en Nicaragua. Un rival que en papel es accesible (por no decir fácil), así como lo era Belice. Más allá de hablar de funcionamiento o sistemas de juego, o las cosas complicadas del fútbol, las cuales solo entienden los técnicos, yo quiero hablar de posibilidades y metas a conseguir.

Es una realidad que hoy día somos muy superiores a los 'nicas' (esto sin exagerar), y por ende tenemos que asumir ese rol de favoritos y hacer que ese factor juegue a nuestro favor. La 'Sele' tiene que salir a matar (en términos futbolístico) desde el primer minuto a su rival, ya que una victoria nos podría asegurar la clasificación a la otra ronda y además, el boleto a la Copa Oro. No hay otro camino que el de ganar.

Es un torneo corto por lo que no se le debe exigir mucho a los nuestros. Pienso que esta primera ronda y en el certamen en general basta con sacar los resultados. Total, al final se recuerda al ganador y no cómo lo consiguió.

Panamá tiene una oportunidad de oro esta noche. Los pinoleros no están pintados en la pared. Dejaron buenas sensaciones ante El Salvador, más, aún así, tendría que suceder una verdadera catástrofe para que al final del encuentro no seamos nosotros quienes nos quedemos con los tres puntos. Suerte Julio, suerte muchachos.