Cuando llega el verano los paseos a la playa no faltan, por eso le daremos un truquito. Le aconsejamos que antes de ponerse a tomar el sol, se duche con agua dulce. ¿Sabe por qué? Porque las gotas de agua del mar actúan como pequeñas lupas y pueden provocar unas quemaduras importantes sobre su piel. El agua actuará como una capa protectora, claro está, que tiene que colocarse primero un bloqueador.
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