MEMORIAS DE UN DESASTRE
Bocas del Toro
Hace 30 años que no se veía un desastre como este.

Pedro Rodríguez | Bocas del Toro, DIAaDIA

La noche de Año Nuevo, el bocatoreño común pensaba en lo mismo que muchos panameños: en que en el 2005 quería algo mejor para su vida.

Unos pensaban en el incremento del turismo, la llegada de capital privado o algo más simple como conseguir un lote propio donde vivir.

Desgraciadamente, la historia fue otra y los sueños se transformaron en miedo. Esta es la cronología de ese terror.

9 de enero: El director provincial del SINAPROC, Sebastián Castillo, anuncia que 16 horas de lluvias habían provocado la crecida de las quebradas que se comunican con el área del Tiger Hill, incomunicando la comunidad de las Delicias, por lo que sólo se puede acceder a esta comunidad por el sector de Costa Rica, vía acuática por la comunidad de Bri Brí. En otros sitios, como la comunidad de la Quijada del Diablo, más de 16 personas fueron evacuadas, entre ellos nueve niños, y quedaron en un albergue.

10 de enero: El director nacional del SINAPROC, Roberto Velásquez, informó que la situación en Bocas del Toro empeorará por las lluvias que caerían por más de 48 horas. Se declara la alerta amarilla. Más de 5 mil personas están afectadas y hay más de 20 mil incomunicados.

Es importante destacar que parte del dizque muro de contención del río Sixaola estaba roto totalmente. En la comunidad del Silencio, la carretera se partió en dos.

11 de enero: La agonía se hizo mayor. Bocas del Toro parecía un océano. Se informa de un fallecido. Respondía al nombre de Alejandro Álvarez, de 71 años, y era dueño de la abarrotería Melva, ubicada en finca 51.

En tanto, por condescendencia de la naturaleza, las lluvias empezaron a cesar.

Aún así, el cuadro era desgarrador y otra verdad salía a reducir: no había comida y la destrucción era significativa.

12 de enero: El jefe del Ejecutivo, Martín Torrijos, arribó a la provincia junto con personalidades del Concejo de Gabinete. Para el mandatario, lo prioritario es el reestablecimiento de la comunicación por vía terrestre, como también garantizar que lleguen las ayudas necesarias, como agua, pampers, alimentos enlatados, medicinas, vestimentas y frazadas que están reclamando las comunidades.

13 de enero: SINAPROC acepta como oficial la desaparición de tres personas. Este diario, sin embargo, tiene una lista de veinte personas de paradero desconocido. El Centro de Operaciones de Emergencia ha instalado un centro de acopio y de distribución para preparar las bolsas de alimentos y agua, para luego distribuirlas a los afectados que se encuentran ubicados en los 24 albergues, donde están los más de 15 000 damnificados.

14 de enero: Hasta el momento, según un informe técnico del SINAPROC, existen 9957 personas afectadas, 236 damnificadas, 3 desaparecidos y un muerto. Entre los daños a las infraestructuras están 42 casas destruidas y 1802 casas afectadas. En tanto, para hacerle frente al ornato, el SINAPROC ha puesto 6 carros cisternas.

15 de enero: Las actividades de distribución de ayuda a las áreas afectadas se siguen dando, sobre todo en las comunidades que quedaron inaccesibles. Esto ha sido en golpe muy duro para los bocatoreños, asustados ya por la posibilidad de que se cierre la bananera por los problemas que ya tenían con el mercado europeo, que pretendía subir los impuestos a la fruta.

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