HISTORIA
Actitud

Redacción | DIAaDIA

Existía en la China un viejo sabio, para quien las cosas tenían que mirarse dos veces, a fin de ver más allá de lo evidente.

Cierto día, al sabio le dio por visitar el infierno.

Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, cada cual más apetitoso y exquisito que el otro.

Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado. Lo peor era el porqué.

Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.

El sabio meditó sobre la situación, e impresionado, decidió salir del infierno y subió al cielo.

Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares.

En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados.

Y es que, allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.

Las condiciones eran las mismas, pero en la actitud radicaba la diferencia.

Muchas veces, no son las condiciones difíciles y los obstáculos los que impiden que el hombre o la mujer alcancen sus metas, sino la actitud que tomamos frente a la vida. He ahí el quid del asunto.

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