La fantástica actuación del argentino Javier Saviola, autor de los tres goles del Barcelona ante el Alavés (3-2), permitieron al conjunto azulgrana clasificarse ayer, aunque con más apuros de los esperados, para los cuartos de final de la Copa del Rey.

El acierto rematador del delantero azulgrana, que ha marcado los últimos seis goles de su equipo (cinco en la eliminatoria contra el conjunto vitoriano y otro ante el Espanyol), fue lo mejor de un partido gris, jugado a un ritmo algo lento y que tuvo cierta emoción porque el Alavés se empeñó en dar una buena imagen y plantarle cara al todopoderoso Barcelona, pese a ser consciente de sus escasas opciones de pasar a la siguiente ronda.

Ayer, no era un buen día para calibrar si el fútbol depresivo que el Barcelona ha exhibido en las últimas semanas tiene visos de mejorar. El ambiente (un Camp Nou semivacío), el rival (un equipo de Segunda División que ya apuró sus opciones de clasificación en el encuentro de ida) y la falta de tensión de un partido que no decidía nada, no eran circunstancias propias para ello.

EN EL AIRE

A pesar que Saviola tuvo una buena actuación la junta directiva del Barça no trató su posible renovación.