El césped del estadio Rommel Fernández está en cuidado especial, ya que tiene que estar en perfecto estado para la gran final de la Copa Centroamericana, que se llevara a cabo el próximo domingo 23 de enero. Ayer, antes de iniciar la ronda de tres partidos, trabajadores del coliseo sacaron agua de la grama, ya que, en algunas partes del terreno, el agua estaba empozada. "Estamos trabajando duro en esto (en el estadio) para que la hierba esté a punto", comentó Leonardo Ponce, uno de los trabajadores del verde del Rommel. Por otra parte, en los entretiempos de cada partido, un grupo de siete trabajadores se encarga de reparar las imperfecciones del cuadro.