
Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
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Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
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Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
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Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
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Las puertas tienen rasgos visibles de deterioro.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
Un campanario que a simple vista parece que llegara a las nubes y un cristo que a pesar de los años se levanta con gallardía en las alturas, son dos de las cosas admiradas por los turistas que caminan por los predios de la iglesia San Francisco de Asís, en San Felipe.
Muchos de ellos se asoman por las puertas del templo y hasta se han observado tratando de forzarlas un poco con tal de ver algo dentro de la estructura, pero al no lograrlo, les queda solo tomar fotos de afuera.
La iglesia que una vez fue blanca ahora tiene un color oscuro producto de la suciedad que tienen las paredes, las tablas que la recubren ya están podridas, dando la apariencia de otro caserón abandonado como los que existen en el lugar.
La iglesia San Francisco de Asís, cerró sus puertas al público desde 2009 y a pesar de que cientos de personas se preguntan por su futuro, este al parecer no tiene alguno cerca.
Los únicos que sacan ventaja del cierre son ciertas alimañas que se ven merodear cerca al lugar, pues este sitio representa una cueva segura para ellos.
Se conoció que tanto la Iglesia católica, como el Instituto Nacional de Cultura (INAC) y otras entidades de Gobierno buscan opciones para seguir desarrollando proyectos que puedan contribuir a la restauración de esta iglesia y otras estructuras del lugar, pero mientras los años pasan, el deterioro sigue aumentando.