El diccionario de la lengua española se refiere al tributo como una cantidad de dinero que debe pagar un ciudadano al Estado para que haga frente a las cargas y servicios públicos.
Partiendo de esta premisa, muchos panameños opinan que cualquier cambio que se haga en el sistema de impuestos puede repercutir en el bolsillo, ya sea del vendedor de pescado, de plátano, de la trabajadora de un almacén o de un abogado.
Raúl Delvalle, presidente de la Cámara de Comercio, explicó en el caso de los profesionales que el que se grave los gastos de representación va disminuir su poder adquisitivo.
Indicó que los costos del nuevo tributo van a ser traspasados a los consumidores, ya sea que se dedique a la economía informal o a un asalariado. Precisó que se sufrirán repercusiones, puesto que va a aumentar el costo de la vida.
Por esta razón, pidió un aplazamiento para que se les dé un mayor tiempo para discutir.
EQUIDAD
Ricauter Vásquez, ministro del MEF, manifestó que ésta es una situación de equidad fiscal. Afirmó que hay que corregir muchos escapes en el sistema tributario que no han mejorado con el paso del tiempo. Concluyó que el común denominador de estas consultas ha sido la solicitud de más tiempo, empero dijo que el calendario de temas es denso, por lo que se requiere una acción pronta y oportuna.
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