Comedor lleno de milagros
Desde las 11: 45 llegan al comedor, porque hay pocas sillas y mesas. Los que llegan tarde se sientan en el rústico piso de madera. (Foto: Mirna Rogers / EPASA)

Marlen Dayré Pérez | DIAaDIA

El brillo en los ojos y las ansias por llegar temprano al humilde comedor, era lo que se percibía en cada niñito que, apresuradamente, entraba como bólido a buscar su platito de sopa.

Éste es el cuadro que diariamente se vive en la Iglesia Shalom de Curundú, que en las mañanas funge como comedor, el cual saca de apuro a los miles de residentes de este marginado lugar; pues, para muchos, es el único alimento que reciben en el día.

Rómulo Morales, Pastor de la iglesia, expresó que desde hace más de siete meses iniciaron con el comedor, en vista de la gran necesidad que existe en el lugar. Sin embargo, sienten que sus peticiones han caído en oídos sordos, pues en reiteradas ocasiones se han acercado a las autoridades y nadie ha prestado la mínima atención, pese a que asisten más de 90 niños, adultos y hasta indigentes.

La frase favorita de los pastores en la iglesia es: "Dios Proveerá", pues aseguran que si unas puertas están cerradas, otras miles se abren, ya que gracias a las bondadosas donaciones de feligreses y amigos, pueden ofrecer a los niños sus ricas comidas. Estas comidas no pasan de sopas de hueso, pata o menestras con huevo o salchicha.

Lamentan no poder darles chicha u otro alimento, pero esperan, con el favor de Dios, que las cosas mejoren pronto.

DAN PREFERENCIA

Si dejan de ofrecer la comida, podrán arreglar la iglesia, pero prefieren saber que los niños tienen la barriguita llena.

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