¡Ay mi madre! Por lo menos en las tunas de calle arriba y calle abajo de Las Tablas no se escuchará este año nada fuera de lo normal, ya que ambas pasaron por la junta de censura.
Resuelto el problema de la censura, las dos calles empezarán a estrenar sus tonadas, que algo de picante tendrán. Porque sea como sea uno se entera de la vida ajena, quién es el picaflor, el borracho, el venado, bueno, de todo.