El que persevera alcanza. Delfina Castillo, una mujer de escasos recursos económicos y quien vive en precarias condiciones, junto a su esposo enfermo y familia, en un apartado potrero de Río Hato de Antón, siempre soñó que un gobierno de turno le ayudara a cambiar su vieja y deteriorada casa de quincha, por una de concreto.
"Mi sueño se hizo realidad", cuenta la anciana. "Yo me entristecía mucho porque mi casita de quincha se estaba cayendo, el agua estaba a punto de derrumbarla", dijo.
Y es que para esta familia de escasos recursos económicos, la vida no ha sido nada fácil. Ellos no cuentan con luz eléctrica y menos con agua potable; son pocas las viviendas que allí hay, pero ya tienen una casita, que les construyó el gobierno, sin peligro de que se caiga.
Por su parte, Marta Márquez, directora del MIVI en Coclé, indicó que en la construcción de esta vivienda se invirtieron más de mil balboas.
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