Todos los días, miles de panameños comen en la calle. Esto es parte de la cadena de la economía, hasta de la informal, pero es lamentable cuando los dueños de restaurantes no cumplen ni siquiera con las medidas básicas de salubridad. En los últimos días, el Departamento de Protección de Alimentos del MINSA ha impuesto sanciones a estos locales, sin embargo, estas van desde B/. 10.00 hasta los B/. 500.00, cifras que son ínfimas en comparación con las afectaciones en la salud de la población. Es hora de que a los reincidentes les clausuren el local, así aprenderán.