La pobreza va de la mano con la desnutrición, afectando a miles infantes del área metropolitana que con suerte prueban un bocado diario.
Sin embargo, una esperanza surge para ellos de las manos de las autoridades eclesiásticas: un comedor infantil.
Luis Carías, párroco coordinador de la pastoral juvenil de la Basílica Don Bosco, explicó que la iniciativa es parte de un macroproyecto de interés social que incluye la parte educativa, un centro de estudios y el comedor, el cual estará ubicado en la parroquia y será una realidad para marzo próximo.
Aquí se le brindará gratuitamente el almuerzo a niños del corregimiento de Curundú y sectores de Cabo Verde y Llano Bonito. Cada comida está valorada entre B.1.50 a B.1.80.
Explicó que empezarán con 50 niños, porque Panamá tiene una macroeconomía buena y cuesta mucho calificar a nivel internacional por el apoyo económico de la ONG.
Precisó que será un proyecto sustentado por los feligreses.
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