DIAaDIA
Teniendo en una esquina a los familiares de Vicente "El Loco" Mosquera y en la otra a los de Antonio Trejos, se realizó ayer en Puerto Caimito, distrito de La Chorrera, la reconstrucción del crimen de este último. Ambas partes pedían justicia.
Los porteños volvieron a revivir las escenas de la madrugada del 3 de septiembre de 2006, cuando en medio de un confuso incidente, Antonio Trejos (a) "Chupampa", resultó muerto de un disparo que, según familiares del difunto, se lo propinó "El Loco".
Desde tempranas horas del día, familiares de ambas partes y curiosos iban ubicándose cerca de la escena del crimen. El primero en aparecer fue el boxeador "Maco" Arboleda, quien permaneció varias horas dentro de un carro en espera de los otros implicados. El último en llegar fue Vicente "El Loco" Mosquera.
En medio de un inclemente sol y un ambiente bastante tenso por la presencia de los familiares de "El Loco" y de "Chupampa", se llevó a cabo la reconstrucción del crimen a cargo del fiscal cuarto superior, Dimas Guevara.
¡JUSTICIA!
El abogado José Luis Gallowey, quien aclaró que formalmente no se ha constituido en querellante, pidió justicia para Antonio Trejos y que no se favoreciera a la élite deportiva con medidas cautelares y que querían justicia, no plata.
CONFIADA
Otro es el pensar de Andrea Mena, madre de Vicente Mosquera, quien confía en Dios que su hijo saldrá libre, porque no ha matado a nadie. Dijo, además, que los delincuentes siempre han sido ellos, refiriéndose a los familiares del difunto, entre los cuales mencionó a Manning (a) "Farallón", a su madre y a 2 hijos de Aura Magallón, que están presos por droga.
Aura Magallón, madre de crianza de "Chupampa", sólo pide justicia para su hijo "porque 'El Loco' fue el que disparó contra mi hijo y todo Puerto Caimito sabe que fue él".
En la reconstrucción también estaba presente "Biby", la concubina de Vicente Mosquera, la cual está esperando un hijo y aseguró que desea que "El Loco" esté libre para cuando nazca su hijo, que sería el cuarto por parte del boxeador.
LARGO
Pasadas las 4: 00 de la tarde, todavía no se había podido escuchar a todos los testigos que debían dar su versión sobre los hechos.
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