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Forjador de un gran campeón

Gustavo Aparicio | DIAaDIA

Los días de gloria que le dio en la década de los ochenta el recién fallecido apoderado Luis Spada, al ex campeón mundial Hilario Zapata, son apreciados por este ícono del buen boxeo panameño.

Su manera de agradecerle lo mucho que hizo por él a lo largo de toda su carrera fue acompañarlo hasta los últimos días de su vida, en su lecho de enfermo.

De hecho, el tres veces campeón mundial (dos minimosca y dos mosca) estuvo con Don Luis (como él le llamaba) el pasado viernes. Él fue a visitarlo al Hospital Santo Tomás donde estaba hospitalizado, pero lamentablemente falleció al día siguiente.

Zapata describió a Spada "como un gran hombre, y casi como un padre para él", así lo recordó a sólo tres días de su muerte.

SPADA LO DESCUBRIO

Zapata recuerda que en una de sus primeras peleas como amateur, contra Héctor Carrasquilla (hoy alcalde de San Miguelito), fue visto por el promotor Luis Spada, quien luego se convirtió en su mánager, el que lo llevó a ganar sus tres títulos mundiales.

"Desde el principio yo le pedí que me buscara rivales de los buenos. No me interesaba ganarle a peores peleadores que yo, quería medirme y saber hasta donde podía llegar... y lo hizo", cuenta el ex campeón.

"Era como mi padre, convivió bastante conmigo dentro del boxeo, tanto aficionado como profesional. Creyó en mí totalmente desde que peleé con Carrasquilla y de allí en adelante, empezó mi carrera de éxitos hasta alcanzar mi primer título mundial", relata.

Y no es para menos. Spada llevó a Zapata a ganar los tres títulos mundiales, para dejar su nombre marcado en la historia como uno de los mejores campeones del boxeo panameño.

"El me llevó a Japón cuando todo el mundo pensaba que estaba en desventaja porque no poseía una pegada, pero me impuse y gané dos títulos en tierras niponas, uno ante Shigeo Nakayima y el segundo frente a Tadashi Tomari, ambos en Japón.

RECUERDOS

Pero no todo quedó allí, Don Luis influyó bastante para que su pupilo saliera del problema de drogas que le afectaba.

"Él me ayudó bastante para que me alejara de este vicio y cuando yo volví a pedirle el apoyo confió en mí, me dio una segunda oportunidad y la aproveché, tanto que logré el título mundial mosca para Panamá".

Fue él quien desde fuera del ring me dio las fuerzas para vencer al mexicano-americano Alonso González y ganar el título mosca en un pleito realizado en el entonces llamado Gimnasio Nuevo Panamá, el 5 de octubre de 1985.

"Yo tenía la mano lesionada, no aguantaba los dolores y me dije no aguanto más, pero él me gritaba, pero che, por tu vida , por tus hijos, por Panamá, por este título que estamos consiguiendo sigue... Y continué y gané... obtuve mi segundo título mundial en un peso diferente", expresó.

MALAS NOTICIAS

Spada tenía ya algunos meses de estar enfermo, y uno de sus fieles acompañantes fue Zapata. "Yo siempre iba a la casa a visitarlo y lo iba a ver cuando caía al hospital. Lastimosamente, el día viernes fui a verlo al hospital, le dirigí algunas palabras, él no podía hablar, pero entendía y escuchaba; salí con una tristeza muy grande de allí, hasta que el domingo me avisaron que había muerto.

Lo malo de todo esto dijo el "Buji" (su apodo boxístico) es que después de muerto es que se valora a las personas.

"Yo me he puesto a pensar qué será de Hilario Zapata el día que también llegue a cerrar los ojos. Será en ese momento que vayan a decir que fue bueno o que tuvo grandes éxitos. No... lo que se le va a dar a una persona que se le quiere y que se estima, se le debe dar en vida", manifestó.

Las honras fúnebres de Luis Spada se realizarán mañana, en una ceremonia privada que organiza la familia. El entierro será a la 1:00 p.m. en el Jardín de Paz.

HASTA EL FINAL

Fue en 1985 cuando Zapata logró conquistar el título mosca de la AMB, de la mano de Luis Spada.





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