María Gálvez de Quintanar había pedido que le entregaran los restos de su hijo antes de que ella falleciera. Ayer su deseo se convirtió en realidad, luego que la fiscal tercera anticorrupción, Maribel Cornejo, le hiciera entrega de los restos óseos de su hijo Ever Quintanar, un estudiante de 17 años, asesinado durante el régimen militar.

La señora Gálvez de Quintanar sólo alcanzó a decir "me siento satisfecha, es lo que siempre he deseado".

El joven Quintanar desapareció el 12 de agosto de 1969 y sus restos fueron hallados en los terrenos del antiguo cuartel de Los Pumas, en Tocumen, el 24 de septiembre de 1999.

Alberto Almanza, de la Comisión de la Verdad, señaló que se debe llamar a declarar dentro del expediente de este caso al que era jefe del cuartel de Los Pumas en los años 69 y 70, Ricardo Garibaldo.

Explicó que en Panamá hay una tendencia a tirarle tierra a hechos probados, pues el régimen militar le dijo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuando vino en 1977, que Ever Quintanar había muerto en combate.

Sobre los restos óseos de Ever, se practicó una prueba de ADN, a través del raspado bucal que se extrajo de la señora María Gálvez, para confirmar su identidad.